domingo, 4 de febrero de 2024

A hellish sky.

Había una vez en el cielo un ángel femenino llamado HAL. Su belleza era conocida en todos los rincones celestiales, pero lo que la destacaba aún más era su valentía. HAL no temía enfrentarse a las adversidades para proteger a aquellos que necesitaban ayuda.

Un día, mientras patrullaba los cielos, HAL se encontró con una sombra extraña. Era un hombre guapo de cabello castaño y ojos azules, con grandes alas grises. Era Lucifer, el ángel caído que en un tiempo lejano había sido el más hermoso, sabio y poderoso.

Lucifer notó a HAL y no pudo evitar fijarse en su gran belleza. Sin embargo, en lugar de elogiarla, la cuestionó: "¿Por qué alguien como tú le sirve?". HAL, siempre valiente, se puso a la defensiva sin responder. Lucifer continuó hablando, intrigado por la presencia de HAL: "Alguien como tú debería ser libre. ¿Cómo te llamas?" HAL guardó silencio, pero la curiosidad de Lucifer lo llevó a profundizar: "Veo que la desconfianza hacia mí se ha esparcido hasta los nuevos rincones celestiales". A pesar de su cautela, HAL no pudo ignorar la melancolía en los ojos de Lucifer. Entre la oscuridad de sus alas grises, había una sombra de soledad y arrepentimiento. Finalmente, HAL reveló su nombre, y Lucifer continuó cuestionando por qué le servía a alguien que solo traía confusión y tristeza. Sintiendo la determinación de HAL, Lucifer decidió revelarle su historia. Contó cómo, en un tiempo lejano, había sido el favorito del Creador, pero su orgullo y deseo de independencia lo llevaron por un oscuro camino. La rebelión lo apartó del reino celestial, condenándolo a una eternidad en las sombras. HAL escuchó en silencio, sintiendo la tristeza en las palabras de Lucifer. Aunque sus corazones pertenecían a diferentes esferas, HAL no pudo evitar compadecerse de la soledad del antiguo ángel caído. Lucifer la llevó al infierno, donde pasaron días hablando de todo un poco y descubriendo que tenían muchas cosas en común. Las conversaciones hacían que sus corazones se unieran cada vez más. Un día, HAL se dio cuenta de que se había enamorado de Lucifer, una confusión emocional que no podía ignorar. Pero para su sorpresa, Lucifer también se había enamorado en secreto de HAL. Esa noche, HAL se retiró pensativa, sintiéndose confundida y triste, queriendo alejarse de Lucifer. Pero él apareció de repente, elogió su belleza bajo la luz de la luna llena y admitió sentir un amor eterno por ella. HAL, con lágrimas en los ojos, confesó su amor por Lucifer, y él correspondió diciendo que siempre la había amado.
Esa misma noche, sin invitados, HAL y Lucifer se casaron, sellando su amor eterno. Tuvieron noches apasionadas de amor, siendo una gran compañía amorosa el uno al lado del otro, desafiando las expectativas y encontrando la felicidad en su conexión única en el cielo y el infierno.



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