domingo, 10 de septiembre de 2023

Jason the toymaker vs Laughing Jack.

En las sombrías tierras donde el tiempo se retuerce como un sueño febril, transcurrieron diez años desde que Laura, ahora sumida en la lucha por mantener a su hija Jess, vivía en la penumbra de la realidad cotidiana. Jess, de tan solo nueve años, exploraba el bosque circundante, buscando destellos de color en la monotonía de su existencia. Encontró una caja blanca y negra, diferente de las que Laura guardaba con amor en su hogar.
"Esta no es tan bonita como las de mamá", murmuró Jess consigo misma, "pero la llevaré conmigo". Al mostrarle su hallazgo a Laura, una sombra de sospecha se posó en los ojos de la madre, quien instó a su hija a tener precaución.
En una tarde donde la realidad y la fantasía se entrelazaban, llegaron invitados inesperados. Laura, ocupada atendiendo a los recién llegados, le dijo a Jess que jugara, pero con cuidado. "Así lo haré, mamá", respondió la niña antes de sumergirse en el juego.
La caja, al abrirse, liberó un humo negro, y de entre las sombras emergió una figura grotesca y burlona: Risa Jack, un monstruo más cruel que las sombras mismas. "Hola, Jess", gruñó el ser, "vaya, vaya, parece que serás mi juguete hoy".
Jess, presa del terror, corrió hacia el sótano, pero el monstruo la persiguió implacablemente. Fue entonces cuando Laura, inquieta por la demora de su hija, decidió buscarla. En ese oscuro enfrentamiento, Jack hirió a Laura y estaba a punto de atrapar a Jess cuando, de repente, un sonido resonó en las paredes, y una puerta azul se abrió, revelando a Jason.
Jason, observador silente de la vida tranquila de su hija y su amada, emergió de la puerta azul llevado por la ira y el enojo. "¡Hija, llévate a tu madre!", ordenó Jason a Jess. En medio del caos, Laura y Jess fueron testigos de la feroz batalla entre Jason y Laughing Jack.
"¡ALÉJATE DE MI FAMILIA!", rugió Jason, enfrentando a la criatura con la furia acumulada de años de separación. En un momento de descuido, Jason atrapó a Jack y lo hizo desaparecer para siempre, rompiendo la caja que lo aprisionaba.
En el hospital, Jess, ya enterada de la verdad, abrazó a su madre y a su padre perdido en el tiempo. Laura y Jason revivieron su amor en noches de pasión, pero sobre todo, encontraron la plenitud en la compañía de su amada hija Jess. Así, en el abrazo del tiempo y las sombras, la familia recobró la luz que el monstruo había intentado arrebatarles.




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